© 2006, 2004 Zaira Ivette Sierra
[Este fue el primer artículo que escribí (¡y publiqué!) sobre el tema del scrapbooking, en abril de 2004. Originalmente publicado en un pequeño periódico regional de Puerto Rico, fue también el primer artículo publicado en cada uno de mis dos proyectos anteriores sobre scrapbooking, Scrapbook Latino y Hacer Scrapbooks. Inevitablemente, este artículo no podía faltar en este nuevo proyecto.]
"Si las fotos de los museos se van tan bien con tantos años que tienen, ¿por qué las fotos que tengo en mi casa se dañaron tan pronto?"
Si alguna vez te hiciste esa pregunta, es porque entiendes el valor de esas imágenes, y deseas hacer algo para que esas fotos duren toda la vida… y un poco más, si fuera posible.
¿Sientes que eres la única persona con esta preocupación? En realidad no estás sola/o. Hace varios años, otras personas tuvieron la misma preocupación, y lo que descubrieron y aprendieron creció hasta establecer una gran industria dentro del campo de los pasatiempos: la creación de álbumes, o "scrapbooking".
Tiny Toes | Lizvette Pacheco, fundadora de Smashing en Español (grupo en Facebook) → Haz click en la foto para compartirla en Pinterest ← |
La creación de álbumes, explicado de manera simple, es recoger todas esas fotos y los recuerdos que las acompañan, y organizarlas en hermosos álbumes, elaborados con los materiales de la mayor calidad posible para su preservación segura. Pero esos álbumes no son los mismos que generalmente identificamos con la palabra "álbum": los de páginas amarillentas y colgantes de su encuadernación, y con montones de fotos atosigadas de la mejor (¿debería decir “peor”?) manera posible. El nuevo tipo de álbum, creado por estos “historiadores familiares”, son pequeñas joyas de la narración, conteniendo no sólo fotos debidamente editadas y bien organizadas; también incluyen recordatorios y anotaciones que hacen de cada uno una exquisita obra de creatividad y de expresión personal. Sencillos o elaborados, cada uno es un tomo preciado de lo que se describe como la “redacción de la autobiografía del mundo”.
Es muy común que las personas vean un álbum de este tipo y deseen aprender este sistema. Una de las cosas especiales del mismo es que aparenta ser un trabajo muy elaborado, pero realmente son tan sencillos de hacer, que incluso los niños pequeños los crean sin dificultad. Muchas personas que los comienzan encuentran en ellos otras “ventanas” que necesitaban en sus vidas, como un espacio creativo para sus habilidades, un descanso emocional, una manera de conectar y sanar dolores pasados, y una excusa para conocer más gente y hacer nuevas amistades. La creación de álbumes es, sin duda, una actividad individual… pero a la vez, de establecer y renovar relaciones afectivas.
Aunque la palabra “scrapbooking” es la aceptada para describir este joven pasatiempo, y por no existir un término específico para describir el mismo en nuestro idioma, muchas personas prefieren usar el término “album making” o creación de álbumes. Estas personas entienden que el verdadero valor de crear álbumes supera la diversión presente de hacerlos, y llega hasta la posibilidad futura de que las siguientes generaciones puedan conocer la historia de sus antepasados. Para ellos, la creación de álbumes no es sólo un pasatiempo , sino una tradición para practicarse y enseñarse a los más jóvenes, para que la mantengan viva.
Definitivamente, esta visión también implica que la seguridad de las fotos y documentos que se exhiben en estos álbumes es de suma importancia. Las fotos no sólo tienen su valor monetario, que se refiere a la inversión económica de crear una foto, incluyendo la cámara, baterías, rollo o tarjeta de memoria, revelado y ampliaciones; también tienen un valor sentimental, ese valor que es el que más le importa a las personas, el que no se puede medir basándose en números… ese valor que no se refleja en el bolsillo, sino en el corazán. (Si en algún momento perdiste una foto importante para ti, entiendes a la perfección de lo que esto de trata.)
Estos dos tipos de valor se protegen al usar materiales adecuados, probados y aprobados para el uso y la conservación de las fotografías. Incluso, muchas personas toman la precaución adicional de no usar materiales en sus álbumes que no estén respaldados por una garantía del fabricante.
Por supuesto con el nacimiento de este nuevo arte, también surgieron los instructores especialistas para educar a las personas en el “por qué” y el “cómo” del mismo. Generalmente, estos instructores tienen acceso a los materiales más finos para la creación de álbumes.
Así que, con los nuevos recursos disponibles, no hay razón para no tener tus fotos organizadas y exhibidas adecuadamente en un libro hermoso y muy personal. Ya no tienen que estar desorganizadas por la casa, expuestas a los efectos de sus enemigos, y que no duren tanto como las de un museo.
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